La labranza es una práctica antigua, pero sigue siendo esencial hoy en día para garantizar un buen rendimiento en la agricultura. Esta actividad abarca una serie de operaciones para las que Alpego ha desarrollado soluciones de vanguardia.
Las máquinas agrícolas Alpego se pueden utilizar en cualquier tipo de terreno y en cualquier situación, garantizando la máxima calidad y fiabilidad. Fresas, subsoladores, gradas rotativas, preparadores de discos y cultivadores: los mejores materiales combinados con una constante investigación tecnológica para una labranza óptima del suelo.
El rastrillado es una labranza superficial destinada a preparar el semillero.
Esta actividad es fundamental para eliminar las malas hierbas y reducir la formación de costras superficiales, favoreciendo la infiltración del agua de lluvia y la conservación de la humedad del suelo.
Los beneficios del rastrillado del suelo son numerosos: al romper la costra superficial del suelo, aumenta la porosidad de este, favoreciendo el paso del aire y el agua y mejorando así el hábitat de las raíces de las plantas.
Además, cuando se utiliza en combinación de siembra, prepara un semillero ideal para todas las condiciones, mezclando cualquier residuo de cultivo y reduciendo el tiempo y los costes.
El subsolado es un tipo de labranza que puede realizarse a diferentes profundidades, desde unos 15 cm hasta 60-65 cm.
Esta actividad es importante para mejorar la estructura del suelo, aumentar su porosidad, el drenaje y reducir la erosión.
Alpego ofrece diferentes soluciones que se adaptan a todos los tipos de terreno y a todas las potencias del tractor.
La gama de subsoladores Alpego permite diferentes configuraciones en cada modelo para una excelente versatilidad.
La preparación del terreno duro es una operación esencial para obtener un buen semillero en terrenos no labrados.
Permite la rotura de la superficie, la mezcla de los residuos vegetales presentes, la nivelación incluso en presencia de carriles de paso y la consolidación posterior para mantener la humedad del terreno adecuada para la siembra.
Un equipo que permite una excelente preparación de terrenos duros es el preparador de discos.
El fresado es una técnica de labranza destinada a hacer el suelo más blando y fino, una práctica especialmente útil para preparar el semillero o el lecho de trasplante.
Esta labranza es especialmente adecuada para eliminar las malas hierbas, las raíces de cultivos anteriores y el abono verde de acabado, mejorando la calidad del suelo y conservando la materia orgánica.
En caso de enterradoras de piedras, el proceso de labranza posiciona las piedras y guijarros a gran profundidad manteniendo una capa de tierra fina y blanda en la superficie. Esto puede hacerse en todo tipo de terrenos.
La labranza con cultivadores es un método eficaz y rentable para preparar el suelo y mejorar su
estado.
Este método es ideal para todo tipo de suelos y tiene múltiples propósitos: aumenta la cantidad de aire, favorece la infiltración del agua, rompe la costra superficial y elimina y mezcla las malas hierbas y los residuos de cultivo.
También limita o excluye la necesidad de herbicidas.
Abbiamo progettato le nostre macchine pensando alle esigenze quotidiane di chi è al lavoro sul campo, studiando le soluzioni migliori per ogni tipo di terreno.
Hemos diseñado nuestras máquinas pensando en las necesidades diarias de quienes trabajan en el campo, ideando las mejores soluciones para cada tipo de terreno.